domingo, 18 de abril de 2010

Pensamientos obligados

Este primer ejercicio de escritura fue ocasionado por el hallazgo de un cuerpo decapitado y envuelto en plástico negro con un mensaje escrito a poca distancia del Polvorín en la frontera entre el municipio de Temixco y el de Cuernavaca.

Observar la violencia como una constante en los noticieros genera una tolerancia a la misma, las cifras no oficiales del noticiero Milenio nos acostumbra; las víctimas de la "guerra contra el narcotráfico"se vuelven algo tan común como el pronóstico del tiempo o las crónicas deportivas. Sin embargo, el tener a una víctima de esta "guerra" frente a uno impide convertirla en una cifra más, por más que Calderón las planteé como un simple ajuste de cuentas entre maleantes. Reconozco que no tengo la experiencia ni los conocimientos para poder tener una opinión profesional y certera de la lucha contra el narcotráfico, sin embargo, como un ciudadano común expreso estas opiniones.

El término de "guerra contra el narcotráfico" si bien presenta al gobierno mexicano como un actor más en la "guerra contra el terrorismo" tan redituable para otros gobiernos, omite una verdad substancial: En esta lucha no hay bandos, ninguno de los contendientes pone en entre dicho el Status Quo, no hay ideologías encontradas, no se trata de una guerra civil en la cual dos facciones tratan de imponer un modelo político diferente al del contrario. Sólo existe un supuesto intento del gobierno por evitar una práctica que es considerada ilícita, es decir se trata de terminar el tráfico de substancias ilícitas, a pesar de que su consumo no se considera delito alguno.

Así tenemos una "guerra" en la cual se tiene más de 22,000 muertos. Sin embargo, como el propio gobierno lo reconoce, la mayoría de estas muertes son el producto de "ajustes de cuentas entre maleantes", por lo tanto, no existe victoria alguna, ya que los muertos son prontamente sustituidos por el grupo dominante y la actividad ilícita continúa. Si, como pensamos, el gobierno está realizando muchas de estas ejecuciones, entonces lo único que estamos logrando es violentar los derechos de inocentes y supuestos culpables, sin que de verdad se tenga un avance real en el control al narcotráfico.

¿Quienes son los grandes ganadores frente a esta violencia injustificada? ¿Quienes se congratulan de que esta sociedad se esté convirtiendo, no tan lentamente, en un estado policiaco carente de garantías? ¿Acaso es imposible investigar el origen de las armas incautadas a los narcotraficantes? ¿Es imposible seguir el destino de las enormes cantidades de dinero que deben manejarse en este comercio internacional? ¿Porque es imposible plantear de manera seria la legalización de este comercio, cuando fue la única solución frente a las grandes mafias que llenaron a Estados Unidos durante la prohibición del alcohol? ¿De verdad alguien cree que la solución a este problema se encuentra en un mayor número de soldados y policías, cuando nuestra economía tiene más de 20 años castigando los salarios de la mayoría de la población y son prácticamente nulos los empleos formales? El narcotráfico, como la migración, han sido la solución para muchos mexicanos a los cuales no les quedó de otra. Mientras la economía mantenga cerradas las oportunidades a la mayoría de los mexicanos, el Narcotráfico y las posibles guardias blancas seguirán consiguiendo sicarios al por mayor; pero lo que es peor, los que se alegran al ver como la libertad es sacrificada por una supuesta "seguridad" seguirán haciendo fiesta y negocios.


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